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Política económica 1976-1983
Este capitulo requiere que recorramos punto por punto lo actuado por el
autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”, en cuanto a lo
económico aquí y ahora y en cuanto a lo urbano específicamente en el
capitulo siguiente, para lo primero cito a Rodolfo Walsh en la extraordinaria
“Carta abierta a la junta militar” en la cual se refiere, en los puntos 5 y 6
específicamente a la política económica que la dictadura aplica sobre el
país(los resaltados en negrita son míos y marco los puntos específicos que
interesan para el análisis); es imposible separar la política económica del
urbanismo y sobretodo en una restructuración regresiva de la economía a
favor de los sectores dominantes:
…” 5.Estos hechos que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los
que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones a los de-
rechos humanos en que ustedes han incurren.
En la política económica de ese
gobierno debe buscarse no solo la explicación de sus crímenes sino
una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la
miseria planificada.
En un añoran reducido el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación
en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un
obrero para pagar la canasta familiar, resucitando formas de trabajo forzado que no persisten ni
en los últimos reductos coloniales.
Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben al las puntas de las bayonetas,
aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisiones internas,
alargando horarios,
elevando la desocupación al record de 9% y prometien-
do aumentarla con 300.000 nuevos despidos
(1*)
,
han retrotraído las relaciones
de producción a los comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores han querido
protestar los han calificado de subversivos, secuestrado cuerpos enteros de delegados que en
algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron.
Los resultados de esa política han sido fulminantes. En este primer año de gobierno el consumo
de alimentos ha disminuido el 40%, el de ropa mas del 50%, el de medicinas ha desaparecido
en las capas populares.Ya hay zonas del Gran Buenos Aires donde la mortalidad infantil supera
el 30%, cifra que nos iguala con Rhodesia, Dahomey o las Guayanas; enfermedades como la
diarrea estival, las parasitosis y hasta la rabia en que las cifras trepan hacia marcas mundiales
o las superan. Como si estas fueran metas deseadas y buscadas, han reducido ustedes el pre-
supuesto de la salud publica a menos de un tercio de los gastos militares, suprimiendo hasta
los hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se suman al
éxodo provocado por el terror, los bajos sueldos o la “nacionalización”.
Basta andar unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la
rapidez con que semejante política la convierte en una villa miseria de
diez millones de habitantes. Ciudades a media luz, barrios enteros sin
agua porque las industrias monopólicas saquean las napas subterrá-
neas,
(2*)
millares de cuadras convertidas en un solo bache porque ustedes solo pavimentan
los barrios militares y adornan la Plaza de Mayo,
el río mas grande del mundo con-
taminado en todas sus playas porque los socios del ministro Martínez
de Hoz arrojan en el sus residuos industriales,
y la única medida de gobierno
que ustedes han tomado es prohibir a la gente que se bañe.
Tampoco en las metas abstractas de la economía, a las que suelen llamar “el país”, han
sido ustedes mas afortunados. Un descenso del producto bruto del 3%,
una deuda exte-
rior que alcanza a 600 dólares por habitante, una inflación anual del
400%,
(3*)
un aumento del circulante que en solo una semana de diciembre llego al 9%, una
baja del 13% en la inversión externa constituyen también marcas mundiales, raro fruto de la fría
deliberación y la cruda inepcia.
