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            7.2. GESTIÓN Y DESARROLLO
          
        
        
          
            Por la Arq. Marisa Giorno
          
        
        
          La intervención en un área de interés patrimonial involucra una tarea
        
        
          de responsabilidad profesional compleja, teniendo en cuenta que la
        
        
          toma de decisiones obedece al mismo tiempo a diferentes factores
        
        
          de índole política, económica, social y requiere un esfuerzo interdis-
        
        
          ciplinario.
        
        
          Implica también reinterpretar el territorio a partir del reconocimiento
        
        
          de sus valores patrimoniales en sus distintas categorías: histórica,
        
        
          arquitectónica, ambiental, urbanística.
        
        
          Ante este panorama, no se trata sólo de detectar un aspecto físico
        
        
          o un área-centro a conservar, sino de reconocer los valores patrimo-
        
        
          niales esenciales y considerarlos en su conjunto. Esto nos permitirá
        
        
          consolidar en nuestro presente el legado y testimonio vivo del pasa-
        
        
          do para proyectarnos hacia el futuro.
        
        
          “La conservación no puede ser vista únicamente como sujeto de la
        
        
          cultura alta, ni tratada sólo como protección de monumentos histó-
        
        
          ricos, ni de modo suplementario en las políticas urbanas; debe ser
        
        
          vista como un plan de beneficio urbano y territorial, como un recurso
        
        
          o bien no renovable, como una salida determinante de las propues-
        
        
          tas de desarrollo” (Icomos/Fadu-UBA).
        
        
          Optamos por una mirada intrínseca del sitio patrimonial, que descu-
        
        
          bra sus propias potencialidades y hasta nos oriente al estudio de  la
        
        
          construcción del patrimonio cultural como recurso económico (Da-
        
        
          vid Harvey). Sin que esto implique una visión estática, conservadora,
        
        
          que en general toma como objeto de mercado a los bienes patrimo-
        
        
          niales.
        
        
          Proponemos  la rehabilitación del territorio mediante un Plan de
        
        
          Ordenamiento Integral que concilie la conservación (en todas sus
        
        
          dimensiones) con las necesidades socioeconómicas acordes a las
        
        
          posibilidades de cada localidad.
        
        
          Desde la implementación de acuerdos para el desarrollo entre los
        
        
          partidos vecinos,  coser las fragmentaciones  evidentes del terri-
        
        
          torio diseñando en conjunto estrategias de las que se desprendan
        
        
          proyectos arquitectónicos que permitan consolidar cada pieza de la
        
        
          ciudad, y potencien las políticas que integren  intereses públicos y
        
        
          privados con la conservación de los bienes detectados.
        
        
          
            7.2 GESTIÓN Y DESARROLLO
          
        
        
          
            7.2 GESTIÓN Y DESARROLLO
          
        
        
          En el caso de los municipios que conforman la Región Metropolitana
        
        
          Norte, es necesario un plan integral de ordenamiento y de manejo de
        
        
          toda la costa del Río de la Plata que abarca el distrito. Donde se inclu-
        
        
          ya prioritariamente un inventario de los bienes de patrimonio natural
        
        
          relacionados con la biodiversidad, y los servicios ambientales que es-
        
        
          tos proporcionan a la costa, desde el Delta de Tigre y San Fernando
        
        
          hasta la continuidad con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
        
        
          
            Proponemos entonces, para ambas regiones del CAPBA IV:
          
        
        
          - Construir una estructura integradora y cooperativa para la Región
        
        
          Metropolitana Norte y  Noroeste.
        
        
          - Implementar una gestión representada por cada municipio (desde
        
        
          varias áreas de gobierno), asociaciones civiles, organismos profesio-
        
        
          nales, sectores productivos, y la población involucrada; fortaleciendo
        
        
          de esta manera la capacidad institucional que permita la valoración,
        
        
          protección y conservación.
        
        
          - Crear políticas de desarrollo urbano que reconozcan en el  territorio
        
        
          los recursos patrimoniales como bienes no renovables. Priorizando
        
        
          en los municipios costeros aquellos de índole ambiental.
        
        
          - Introducir la conservación del patrimonio como un componente in-
        
        
          eludible de las políticas de Desarrollo Local.
        
        
          - Incluir políticas de financiamiento para la conservación como es-
        
        
          trategias para el desarrollo local; desde los distintos sectores de go-
        
        
          bierno involucrados en la gestión (industria, turismo, vivienda, infra-
        
        
          estructura urbana, etc).
        
        
          - Propiciar acciones de gestión mixta, del sector público con la parti-
        
        
          cipación de propietarios, empresarios e instituciones privadas.
        
        
          - Enfatizar un uso social sostenible de los bienes, que incorpore cri-
        
        
          terios de intervención para una gestión abierta a la participación de
        
        
          los distintos actores.
        
        
          - Capacitar, comunicar y promover la apropiación de valores patrimo-
        
        
          niales en los sectores más amplios de la población, y particularmen-
        
        
          te en los responsables del desarrollo urbano y territorial.
        
        
          Para esto es necesario contar con instrumentos legales, adminis-
        
        
          trativos y de gestión con una estructura normativa adecuada a las
        
        
          posibilidades de cada ciudad y sociedad.
        
        
          Con cuadros técnicos calificados que puedan orientar la elaboración
        
        
          de las normas, y que las implementen propiciando acciones efecti-
        
        
          vas de protección.
        
        
          Con políticas, programas y acciones que tomen  como herencia cul-
        
        
          tural los bienes patrimoniales reconociendo su papel en el desarrollo
        
        
          sustentable en sus dimensiones social, económica y ambiental.
        
        
          Apoyándonos -como ya citáramos en el capítulo introductorio- en lo
        
        
          manifestado por la Convención de la UNESCO (Octubre/2005) que
        
        
          considera a las industrias culturales como oportunidad de desarrollo
        
        
          de los pueblos.