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La política de vivienda social en el peronismo conlleva una nueva con-
cepción global del tema, el cambio de la vivienda como beneficencia, a
la vivienda como derecho, dice Fredy Garay en “Lineamientos estratégi-
cos…
…”Desde 1915 hasta 1944 el Estado había construido 1.095 unida-
des de viviendas. Entre los años 1945 y 1952 el Ministerio de Obras
Públicas construyó 6.500 casas y la Municipalidad de Buenos Aires,
3.200. Entre 1945 y 1955 se produjeron 217.000 soluciones habita-
cionales. La construcción de viviendas Pasó a representar el 5.9%
del PBI, siendo el centro de la acción la asignación de créditos del
Banco Hipotecario Nacional, que permitió que cada particular desa-
rrolle su propio proyecto de vivienda. De los años 1920 a 1945, el
BHN había concedido 14.800 préstamos hipotecarios y durante el
plan quinquenal se adjudicaros 170.000 créditos. Cabe señalar que
el plan supuso también la regulación del costo de los alquileres y un
impuesto a los terrenos baldíos.
Se construyeron los conjuntos unifa-
miliares de Ciudad Evita (15.000 habitantes) por el Ministerio de Obras
Públicas y los barrios Los Perales y Parque Saavedra (427 viviendas) por
la Fundación Eva Perón. Sin embargo
esta política no alcanzó a evitar
la aparición de villas miseria
en las áreas residuales, ni la ocupación
desordenada del suelo favorecida por las acciones de especulación que
generaron nuevas parcelas en áreas sin servicios o inundables. La ciudad
“auto construida” comenzó a crecer por agregación bajo la hegemonía de
los Rematadores”...
En los dos planes quinquenales aparecen capítulos sobre la ejecución y
planes de vivienda como organigrama que en lo general se cumplió y de
manera muy exitosa. No aparece todavía en la agenda una política desti-
nada a las villas, la primera había surgido en 1930 en el barrio de Retiro
la llamada “villa desocupación”, no entraban todavía dentro del calificativo
del “problema de las villas miseria”, a decir verdad los niveles próximos al
pleno empleo, la acción decidida del estado en cuanto a la intervención en
la economía y en cuanto ala ejecución directa de viviendas permitía ser
optimista en cuanto a la movilidad social ascendente de los habitantes,
cosa que no se repetiría en muchísimo tiempo.
Deben citarse los incrementos en las cargas impositivas sobre los terre-
nos baldíos (50%); la eximición de impuestos por 5 años a los propietarios
que edifiquen en baldíos en determinadas condiciones – castigo al baldío,
premio al que construye- , caducidad de concesiones y disfrute de tierras
de propiedad fiscal o municipal, como ya se ha explicado en capítulos
anteriores la sanción de la Ley de Propiedad Horizontal.
La
Administración Nacional de la Vivienda
creada en 1946 adminis-
traba los fondos de las cargas impositivas sobre los terrenos baldíos ($) y
los terrenos que terminaban sus concesiones y allí construyan viviendas;
estas viviendas se alquilaban o se daba la posibilidad de adquirirla en
largos plazos. El BHN Banco Hipotecario Nacional actúo como financiador
y como constructor, pasada la crisis de 1949, y las sequías de los prime-
ros años de la década del 50
el estado paso de la acción directa a la
indirecta
por medio de créditos con plazos larguísimos y bajos intereses
evaluados en el 2 plan quinquenal. El plan Eva Perón incluía planos y es-
pecificaciones técnicas para la construcción de la vivienda, un “chalecito
peronista” esta acción como dice Garay llega a unos 170.000 créditos
