Página 27 - Revista Digital Ideas N°5
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Banco de Londres (¡)
Quiero terminar esta semblanza
(novela, cuento, zaga)
con un relato
casero e insistir en la actitud humilde de Clorindo de atender a todas
las sugerencias que podíamos hacerle: Mas arriba hablé de una
perspectiva más elaborada que me encargaron para el concurso de
Batlle y Ordoñez. Se trataba en realidad de hacer un fotomontaje:
sobre una fotografía bastante grande del sitio del monumento, había
que colocar
(insertado entre los árboles, etc.)
el monumento en si, pin-
tado con témpera de color sepia. Era la técnica que se usaba para
luego a su vez fotografiar el conjunto. Todavía no habían llegado la
computadora y los 3D. Yo vivía con mi madre y trabajaba en casa.
Soltero, mis hermanos se habían casado, o sea: una vida de prín-
cipe. Mamá, que además de su inteligencia y calidez, era el sentido
común, mientras realizaba sus tareas, observaba las mías y me ha-
cía comentarios. Clorindo llamaba por teléfono con frecuencia para
ver como adelantaba, si tenía dificultades, etc. Una mañana, des-
pués de atender el teléfono y mantener una breve charla, oigo que
mi madre dice enfáticamente:
¡Arquitecto!, ¡Ud. debe hacer una maqueta,
eso es muy complicado!,
sugerencia obvia que también Clorindo acep-
tó de buen humor, como siempre. Hoy que ambos, Clorindo Testa mi
mentor y Agripina Blasco mi madre, pasaron al silencio, me causa un
gran placer recordar estos episodios.
MANUEL IGNACIO NET, lunes, 29 de julio de 2013
