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LOS AMIGOS DE FEDERICO
Un cuento que no es cuento…
Desde que egresaron de la facultad, nunca se habían reunido todos.
Finalmente llegó el día esperado, el día en que nuevamente ese grupo de amigos volvería a
compartir historias y anécdotas de la facultad, y hablar seguramente de cómo les estaba yendo
en la vida.
Acordaron ir a comer “afuera” a aquel restorán que los juntaba de estudiantes.
Eran casi las diez de la noche y faltaban llegar muy pocos. Los ansiosos que habían llegado
temprano hablaban animadamente y se reían con cualquier comentario, tanta era la alegría del
reencuentro.
De repente vieron que dos mozos se dirigían rápidamente hacia la calle mientras otro iba aco-
modando las sillas y cambiando de lugar a algunos comensales, para hacer mas ancho el paso
entre mesa y mesa. Mientras miraban hacia la entrada se iban callando, y de repente apare-
ció él, su amigo Federico en silla de ruedas… traído por su hermano.
Todos se quedaron mudos,
¿Cómo podía ser que Federico estuviera en silla de ruedas?
Tras reacomodar las mesas para poder ubicar la silla, llegó “la calma”
Los amigos de Federico, aquellos que supieron compartir largas noches haciendo las entregas
de diseño o preparando finales, no sabían muy bien como actuar. Durante la cena, todos a su
turno fueron contando como había transcurrido su vida en los últimos años, hasta que le llegó
el momento de hablar a Federico.
